Escenario #1.
El estudiante No se siente feliz.
Durante el curso lectivo se le observó que fue a clase por insistencia de la familia, no se sentía cómodo con el ambiente escolar.
A menudo hubo resistencia, tristeza , llanto, berrinches ,enojo. Frecuentemente sus comentarios de la experiencia en la institución eran negativos, relacionados al hecho de tener pocas amistades, aislamiento en los recreos, relaciones no satisfactorias con sus pares, no se sentía pertenecer al grupo o inclusive fue rechazado.
Lo anterior, levanta sospechas de que su estado emocional está vulnerable y / o puede estar sufriendo de acoso o fobia escolar o depresión.
En consecuencia, si se llega a constar el hecho, el cambio institucional debe ser de inmediato, ya que debe prevalecer el bienestar de su estado emocional ante todo.
Cabe destacar que simultáneamente , se recomienda recibir contención emocional / mejorar las habilidades para vivir (asistir al especialista) para solventar la crisis y así fortalecer el cambio a la nueva institución.
Con respecto a involucrarlo en la toma de decisiones, esta sería una oportunidad de conversar en familia y tener una comunicación asertiva donde no se culpe al estudiante, sino se busquen las soluciones, que él esté
al tanto de la información y de la toma de decisiones que harán sus progenitores.
Escenario #2.
El estudiante presenta bajo rendimiento académico ( notas mínimas de promoción del grado, reprobación o ampliación)
En este caso la decisión sería determinar si la carga académica y el perfil aprendizaje de su hijo están ajustados con la filosofía y pedagogía institucional.
Es decir si su hijo está cumpliendo con los estándares de la carga académica y su forma de aprender no le está ocasionando dificultades para alcanzar un récord académico óptimo.
Caso contrario un bajo rendimiento: notas mínimas o rojas o para ampliación (convocatorias), es necesario replantearse nuevas soluciones.
La primera de ellas sería determinar la diversidad escolar del estudiante: su forma de ser, pensar y de aprender por medio diagnóstico psicopedagógico y brindar asesorías / recomendaciones para optimizar su rendimiento académico a nivel institucional.
En consecuencia, se tiene que tener claro el perfil de aprendizaje del estudiante en cuanto a su ritmos y estilos para aprender, en fin todas sus áreas de fortaleza y las de mejora (dificultades aprendizaje).
Relacionado con lo anterior, se debe confirmar si la institución le brindó todas las adaptaciones existentes para ofrecerle el éxito.
Sino fuera así, se debe iniciar un proceso de solicitud de los apoyos / adaptaciones curriculares correspondientes a nivel institucional y a su vez comprometerse, a nivel familiar a complementar de forma extra curricular la ayuda idónea:
psicopedagogía, tutorías entre otros recursos.
En resumen, hasta agotar el último aspecto mencionado, la búsqueda debe estar dirigida hacia instituciones que puedan adaptar el currículum a su hijo y no a la inversa.
Escenario #3.
Cambio de residencia familiar.
Este sería uno de las razones donde aunque la institución educativa cumpliera con las expectativas el cambio es inminente y la injerencia del estudiante es casi nula y los responsables de darle contención al cambio, es la familia.
Así pues, es de vital importancia que al estudiante se le valide su estado de ánimo de melancolía o tristeza, entre otros
cambios emocionales y se busquen las alternativas disponibles en el nuevo lugar de residencia de: ocio, deportes, apoyo psicológico y sobre todo la conversación en familia para que juntos pasen el duelo.
Licda. MsC. MEd. Balkis Pizarro Pizarro.